La Huella de Carbono: políticas públicas y comercio internacional
Por Soledad Aguilar, 28 de Junio de 2012, © Ambiente y Comercio. Ver el artículo completo en el capítulo 1.2 del Informe Ambiental Argentina 2012, publicado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN)
La utilización de la medición de huella de carbono como un instrumento de política pública, por parte de países de América Latina y sus mercados de importación, genera una serie de desafíos para lograr una elección fundada por parte del consumidor y evitar la discriminación o costos excesivos en el comercio internacional. Nuestra región plantea además, un problema de justicia distributiva ya que las emisiones preponderantes en América Latina provienen de la deforestación, por tanto, los mecanismos de medición de huella de carbono en producto aplicados a bienes industriales estarían imponiendo el peso de mitigar el cambio climático a exportadores en sectores que no generan emisiones relevantes por lo que su justificación ambiental podría ser cuestionada.Cuando hablamos de medir la huella de carbono en producto, estimamos que el resultado presentará una idea de la totalidad de gases de efecto invernadero (los seis gases controlados por el Protocolo de Kyoto) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto. En la práctica, sin embargo, las metodologías utilizadas para la medición de huella de carbono generalmente no toman en cuenta el ciclo de vida completo de los productos.
El mayor temor de los productores de América Latina radica, justamente, en el riesgo que conlleva la utilización de metodologías que otorguen un peso excesivo al transporte internacional por no medir el ciclo de vida completo de los productos, y puedan terminar discriminando contra productos más limpios provenientes de puertos distantes y afectando la competitividad y el comercio. En este sentido, ya son muchos los estudios que demuestran que productores lejanos pueden ser más eficientes en materia de emisiones de gases de efecto invernadero que productores locales, por tener procesos de producción menos intensivos en el uso de energía y aún en materia de transporte existen modos de transporte más eficientes que otros, por ejemplo, el transporte de brócoli de Ecuador a Suecia por barco, emite un 60% menos que el transporte de brócoli por tierra desde España a Europa.
La multiplicación de estándares de medición de huella de carbono, y los potenciales requerimientos en frontera sobre esta temática tienen sin duda un potencial significativo de convertirse en barreras para-arancelarias si no se toman los recaudos para asegurar la compatibilidad con las reglas de la OMC. Por tanto, las fases de determinación de la metodología aplicable, su aplicación a productos importados, y también la comunicación a los consumidores de los resultados de los cálculos de huella de carbono, deben ser cuidadosamente definidos para mantener la compatibilidad con la OMC y evitar la creación de barreras al comercio.
Uno de los requisitos básicos que la OMC requiere al imponer reglamentos técnicos es que no sean más distorsivos del comercio de lo necesario para lograr el fin de política buscado. Si bien los países tienen el derecho a tomar medidas regulatorias para el logro de objetivos legítimos de protección de la vida o salud humana, animal y vegetal, debe existir una correlación entre las restricciones comerciales impuestas, y el objetivo o fin ambiental. En otras palabras, la restricción al comercio que se imponga debe ser necesaria para lograr los fines ambientales. La prueba de la necesidad, generalmente se construye evaluando si la medida es más restrictiva del comercio de lo necesario, y si así lo fuere, entonces se considera una barrera encubierta al comercio.
La viabilidad de ejercicios de medición de huella de carbono que tuvieran impactos sobre el comercio internacional, dependerá en gran medida de la utilización de una metodología aceptada internacionalmente. Es así que cobra importancia la negociación actual en el seno de la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) de la norma ISO 14067 sobre el cálculo de la huella de carbono en producto, y su comunicación incluyendo el etiquetado. La adopción de estas normas por parte de ISO será clave para evitar que la proliferación de normas voluntarias, y oportunamente obligatorias sobre etiquetado de huella de carbono, perjudiquen a los productos provenientes de países en desarrollo. Además, es importante también participar en aquellos grupos internacionales que deciden cuáles serán los estándares de medición para cada industria particular.
El uso de mediciones de huella de carbono como instrumento de política ambiental, en su faz obligatoria, presenta además el desafío de medir el costo de oportunidad de esta herramienta con respecto a otros instrumentos de política, como la remoción de subsidios a los combustibles fósiles, impuestos al carbono, mercados de carbono o estándares técnicos, para determinar si es la herramienta más apropiada para el logro de los fines ambientales buscados. Asimismo, es importante considerar la variedad de productos similares disponibles, y métodos de producción alternativos, para asegurar que tenga sentido el esfuerzo de etiquetar (ya que si todos los productos tienen un patrón de producción similar, pueden resultar en diferencias insignificantes para el consumidor).
Es bueno recordar que si bien la información al consumidor sobre el impacto ambiental de productos es una iniciativa sin dudas positiva para fomentar pautas de consumo sostenibles, la justificación en el ámbito del derecho internacional del comercio requiere que las medidas que se tomen sean necesarias para la protección del ambiente y lo menos restrictivas del comercio posibles, para garantizar el fin de la política buscado y que los resultados sean presentados de forma sólida, comparable, verificable, relevante y no engañosa. [Ver el artículo completo en la pág. 51 del Informe Ambiental Argentina 2012]
Fuentes:
Aguilar, S. Los Estándares ISO y la Medición de Huella de Carbono. Foro de Cambio Climático y Comercio, 7 de Febrero de 2011, accesible en http://ambienteycomercio.org/?p=657 (accedido el 16 de marzo de 2012).
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Las mediciones de huella de carbono como herramienta de política ambiental, generará exigencias de calidad para nuestros países, pero será una forma de optimizarnos y de evitar discriminación a nuestros productos.