Publicación: Políticas públicas y cambio climático en los sectores agrícola y forestal de América Latina
Por Plataforma Climática Latinoamericana, Noviembre de 2012.
La Plataforma Climática Latinoamericana (PCL) ha publicado un informe sobre el estado y la calidad de las políticas públicas sobre el cambio climático y desarrollo en América Latina, específicamente en relación al sector agropecuario y forestal. Este informe es el resultado de una iniciativa que llevó adelante la PCL elaborando informes nacionales sobre esta temática en 10 países de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Perú y Uruguay). Todos los informes tanto el regional como los nacionales están disponibles aquí para descargar.
Este esfuerzo que llevó adelante la PCL, con el auspicio de Oak Foundation, CDKN y la Fundación AVINA, procura identificar las principales acciones e iniciativas gubernamentales sobre cambio climático y desarrollo existentes en cada país, la calidad de esas políticas, su nivel de implementación y ejecución, las capacidades y recursos de los organismos responsables de llevarlas adelante, así como el nivel y características del apoyo político y social existente alrededor de estas agendas y acciones de gobierno.
El primer informe, que se realizará cada 2 años, tiene su enfoque en las políticas públicas sobre cambio climático relacionadas con el sector agropecuario y bosques (AFOLU: Agricultura, Silvicultura y Otros Usos del Suelo). Este enfoque inicial fue establecido por la importancia del sector agropecuario y forestal en la economía de los países latinoamericanos; por la matriz de emisiones de la región (agropecuario y cambios de uso del suelo [deforestación] producen el 63% de las emisiones de GEI de la región); y, porque los estudios en general tienden a focalizarse en el sector energético.
En base a un análisis comparativo de los países estudiados, el Informe Regional destaca que uno de los principales desafíos de la agenda climática en el sector agropecuario y bosques es su falta de integración y articulación con las políticas de desarrollo, de ordenamiento territorial y políticas sectoriales. Esto también se refleja en el carácter más bien periférico que ocupa el tema climático en la agenda política doméstica y en la institucionalidad de la mayoría de los países de la región. Esto plantea la necesidad de interactuar e involucrar más fuertemente a los actores del sistema político y a otros actores económicos y sociales en el debate sobre la problemática climática, para construir coaliciones políticas y sociales que impulsen y sostengan agendas de desarrollo que efectivamente aborden los desafíos que presenta el cambio climático en los países de la región.
Los informes tratan varias dimensiones políticas e institucionales de las políticas sobre el cambio climático, incluyendo la calidad del diseño, el nivel de ejecución, la fortaleza institucional y el apoyo político y social. Los hallazgos de los estudios evalúan cómo dichas dimensiones inciden en las acciones específicas que surjan de las políticas públicas sobre el cambio climático y el desarrollo. Además, los informes identifican patrones respecto de la situación de estas políticas y generan recomendaciones a nivel de cada uno de los 10 países, y en términos regionales para fortalecer la agenda climática doméstica.
El objetivo primordial de los informes es contribuir al fortalecimiento de capacidades de formuladores/as de políticas públicas, equipos de negociación, tomadores de decisión y la sociedad civil en general, en el diseño y ejecución de políticas públicas sobre cambio climático y desarrollo.
Los informes proponen integrar el cambio climático en diferentes áreas de desarrollo, con énfasis en el sector AFOLU (Agricultura, Silvicultura y Otros Usos del Suelo), para responder y abordar más eficazmente los desafíos y riesgos del cambio climático en la región. Aunque los informes profundizan el análisis en el sector agrícola, también incluyen información acerca de las políticas públicas relacionadas con el cambio climático en general en los 10 países y están diseñados de manera flexible para reflejar las diferentes realidades de los países latinoamericanos.
Haz un clic aquí para revisar los 10 informes y el informe regional.
* La Plataforma Climática Latinoamericana se conforma por 17 organizaciones de la sociedad civil y del sector empresarial, provenientes de 9 países de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay).
Es muy cierto que, a criterio del Informe Regional, la agenda climática del sector agropecuario y de la producción forestal no está cercanamente relacionada con las políticas de desarrollo, de ordenamiento territorial y otras políticas sectoriales, y que la cuestión climática es bastante ajena a la política doméstica. Esto no es así en otros países con un importante sector agropecuario y forestal.
Por ejemplo, Nueva Zelanda tiene una distribución sectorial de sus emisiones de gases de efecto invernadero parecida a la Argentina: alrededor del 50% de las emisiones nacionales tienen su origen en la agricultura (vacas aquí, ovejas allí). El ministerio responsable de las actividades agrícolas allí se denomina Ministerio de Industrias Primarias, con competencia en las actividades relativas a la agricultura, los montes, el medio ambiente y los recursos naturales y otras más. Es decir que las actividades agrícolas (sigo a la FAO e incluyo en estas a la actividades forestales) y sus repercusiones ambientales están en manos de una burocracia específica. En la página web de ese ministerio (www.mpi.govt.nz) se ve claramente un enlace con la repartición encargada del medio ambiente y los recursos naturales.
Tal vez la desconexión oficial entre agricultura y medio ambiente sea una consecuencia de que los países latinoamericanos no tienen compromisos cuantificables de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, el calentamiento global es un problema ajeno a cada uno de ellos, propio de una visión bastante mágica de la realidad.