BASIC, un bloque de grandes países sin ideas nuevas
Por Raúl A. Estrada Oyuela, 5 de Septiembre de 2011. © Ambiente y Comercio
Brasil, China, India y Sudáfrica, los cuatro mayores países en desarrollo – si se excluye de esa categoría a México y Corea del Sur- han constituido un bloque que, acomodando iniciales de manera atractiva, denominan BASIC. El bloque se formó para unificar posiciones en las negociaciones sobre el cambio climático. El 26 y 27 de agosto último realizó su octava reunión ministerial en Inhotim, Minas Gerais, Brasil. Una vez más, la unificación de sus posiciones se aferró al pasado sin dejar brotar ideas nuevas que pudieran servir para avanzar en las negociaciones.
Manteniéndose en los supuestos que estuvieron vigentes en 1990 y sirvieron para adoptar primero la Convención Marco en 1992 y luego el Protocolo de Kioto en 1997, los cuatro gobiernos se perfeccionaron en reiterar consignas que ignoran cambios que se han producidos en sus países en los últimos 20 años. Con la negativa a asimilar en materia climática los hechos que les han otorgado un espacio relevante en la consideración de todos los temas globales, como el comercio, las finanzas y la seguridad internacionales, estos cuatro gobiernos dan muestra de la osificación de las posiciones que describe Joanna Depledge en su artículo de 2006.
Sostienen que la Conferencia que se realizará en noviembre en Durban debe avanzar en todos los aspectos de las negociaciones, incluyendo un Segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, lo que es sin duda deseable, pero no ofrecen ninguna señal que pueda inducir a la reflexión a quienes como Japón y Rusia han manifestado su firme renuencia a hacerlo. También postulan compromisos comparables para los países desarrollados que no son parte del Protocolo, lo cual quiere decir los Estados Unidos, cuya negativa previsiblemente se mantendrá por lo menos hasta el inicio del próximo mandato presidencial.
Afirmar en ese contexto, como lo hacen, que un fracaso en Durban es un desafío al multilateralismo, constituye casi una temeridad porque nadie razonablemente duda hoy de que la Conferencia de noviembre no alcanzará esos objetivos. Los gobiernos del bloque BASIC aciertan cuando dicen que es difícil imaginar que un Estado que abandone sus compromisos en el Protocolo de Kioto se comporte de esa forma para hacer más en materia de mitigación, pero no advierten que ellos mismos están creando fuertes argumentos en la opinión pública interna de los países desarrollados para alentar las deserciones.
Los ministros también llamaron a la pronta instrumentación de las instituciones acordadas en Cancún lo que es sin duda deseable. Las tres reuniones realizadas hasta el momento para la preparación del llamado fondo verde han puesto en evidencia que no es cuestión de “soplar y hacer botellas”, particularmente cuando las cuestiones centrales no están resueltas.
Asimismo insisten en los beneficios que esperan obtener en los proyectos de Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de Bosques (REDD+), ignorando las serias complejidades que se están presentando hoy, en el marco del Protocolo de Kioto, para estimar el dióxido de carbono que secuestran y emiten las formaciones forestales. Esas complicaciones pueden verse en los informes publicados por los grupos de expertos que analizan los inventarios y en los casos que llegan hasta el Comité de Cumplimiento del Protocolo. Claro que aparentemente este material es demasiado técnico para los ministros y sus asesores.
En su documento, los ministros insisten en la hoja de ruta y el plan de acción de Bali, aprobados en 2007, que llevaron al fiasco de Copenhague dos años más tarde. La aproximación a entendimientos propiciada en Cancún tuvo como característica ordenar prioridades en forma distinta, pero el Grupo de los 77 insistió y obtuvo que todo volviera a la agenda del grupo de trabajo sobre la cooperación a largo plazo que preside un destacado representante de los Estados Unidos, quien seguramente en este momento no tiene urgencias para avanzar en resultados.
Además, de una forma casi críptica los ministros del bloque BASIC , toman nota de los temas que recientemente ha propuesto la India. Se los puede encontrar en la página web de la Convención. Son cinco. El primero de ellos propone enfatizar que los informes de los países desarrollados deben contener compromisos ambiciosos de reducción de emisiones, y el segundo procura hacer más livianos los informes sobre sus emisiones que deben hacer los países en desarrollo. Lo que ocurre es que en los 20 años que lleva el régimen de cambio climático, India presentó solamente un inventario. Las dos propuestas siguientes procurar aligerar la forma en que se revisarán los inventarios de los países en desarrollo y la quinta, comparar los esfuerzos de mitigación de emisiones de los países en desarrollo con el apoyo financiero y tecnológico que reciban. Si estas propuestas llegan a discutirse en el Grupo de Trabajo sobre Cooperación a largo plazo, demandarán todo el tiempo de la reunión programada en Panamá como ya ocurrió hace unos meses en Bangkok.
BASIC sigue proclamando su identificación con el Grupo de los 77, pero resulta cada día más difícil encontrar coincidencias entre los intereses de estos grandes países en desarrollo y las apremiantes necesidades del grupo de los países menos desarrollados o del grupo de los pequeños estados insulares. La forma de mostrar esa identificación, según el documento, consiste en invitar a un representante de la Argentina que este año preside el G77; no hay sin embargo testimonio de ninguna contribución de esa delegación ni indicación de que efectivamente haya concurrido a la reunión.
Lo que hoy necesita la comunidad internacional para avanzar en las negociaciones sobre el cambio climático es liderazgo, imaginación y nuevas ideas. Insistir en lo que se ha venido diciendo hasta hoy puede servir de testimonio, pero no es una alternativa. Los cuatro grandes países en desarrollo emergentes han perdido la oportunidad de hacer un aporte ingenioso. Ojalá recuperen la iniciativa.
Excelente el articulo del Embajador.
Tal vez la insistencia del grupo BASIC de quedarse en su discurso histórico es también debido a las dificultades que estos países tendrían para formar conjuntamente una nueva posición en las negociaciones. Como sabemos, las diferencias en los perfiles de emisiones de estos países son grandes. Por un lado hay los países fuertemente dependientes de combustibles fósiles, como India, China y Sur África, y por otro lado hay Brasil, que tiene una matriz energética limpia y emisiones que provienen principalmente de LULUCF. En mi opinión, estas diferencias significan que hoy en día es casi imposible que estos países pudiesen llegar a acordar de una nueva posición al respecto de las negociaciones sobre el cambio climático.