Los Resultados de Durban I: El Segundo Período de Compromisos del Protocolo
Por Soledad Aguilar, 19 de enero de 2012. © Ambiente y Comercio
La Conferencia sobre Cambio Climático de Durban, llevada a cabo en Sudáfrica en Diciembre de 2011, resultó en la adopción de un nuevo proceso negociador llamado Plataforma de Durban para la Acción y una decisión para establecer un segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto. La reunión también logró operacionalizar formalmente el Fondo Verde de Clima, aunque aún no se ha establecido una fuente sostenible de fondos para nutrir al mismo.
En este primer análisis nos enfocamos en las decisiones pertinentes al segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto. Entre los documentos finales aprobados en “El Paquete de Durban”, las Partes del Protocolo y del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) llegaron a una conclusión bastante cercana a la propuesta inicial presentada por la Unión Europea (UE), en la cual los países miembros de dicho bloque se manifestaron dispuestos a sostener el Protocolo durante un segundo período en tanto y en cuanto se adoptara un mandato para negociaciones sobre mitigación con todos los grandes emisores.
¿Mantener las “Apariencias” o los Cimientos en Pie?
El segundo período de compromiso, por tanto, incluye un velado reconocimiento de que la participación de países en un segundo período de compromiso tiene más un carácter ejemplificador que efectivo para el logro del objetivo de evitar que el aumento promedio de la temperatura global supere los dos grados centígrados. En la práctica, el nuevo período del Protocolo permitirá mayormente a países europeos traducir sus objetivos de mitigación nacionales a compromisos cuantificados de reducción de emisiones (QELROS) en el ámbito del Protocolo, y utilizar los mecanismos de flexibilidad que el Protocolo plantea.
Así, se espera que tanto los países europeos como la misma Convención puedan mantener en pie estructuras legales e institucionales que llevaron un decenio para construir (entre ellas el Mecanismo para el Desarrollo Limpio –MDL-) manteniendo a las mismas operativas, hasta la conclusión de un nuevo acuerdo global que las pueda incorporar. Por ejemplo, se adoptaron en Durban una serie de decisiones que continúan poblando la trama de requisitos metodológicos que no sólo aplicarán al segundo período de compromisos, sino que seguramente se incorporarán al nuevo régimen global a negociarse, una vez que el mismo entre en vigor.
Por ejemplo, las Partes del Protocolo adoptaron en Durban decisiones sobre:
- Modalidades adicionales para la contabilidad e informe de las emisiones y absorciones de dióxido de carbono derivadas de actividades del uso de la tierra y cambio del uso de la tierra y silvicultura (ver decisión);
- Métricas comunes para la presentación de informes nacionales y estimación del potencial de calentamiento de los diferentes gases de efecto invernadero (ver decisión);
- Mandatos adicionales para el MDL y su Junta Ejecutiva (ver decisión);
- Guías para la aplicación del estándar de materialidad bajo el MDL (ver decisión); y
- Modalidades para la consideración de proyectos de captura y almacenamiento de carbono bajo el MDL (ver decisión).
De esta manera, el desarrollo científico-técnico relativo a la contabilidad de emisiones y generación de créditos por proyecto continúa su desarrollo ininterrumpido, sostenido por el mercado europeo de emisiones, hasta tanto un nuevo régimen global pueda ser aprobado.
Tal como está planteado, sin embargo, es claro que el segundo período de compromiso no tiene la posibilidad de lograr un cambio significativo en el nivel de emisiones globales. En primer lugar porque los países en desarrollo (que hoy incluyen varios de los grandes emisores del mundo como Brasil, India y China) no asumirán obligaciones cuantificadas de reducir emisiones. Luego, varios países desarrollados (Japón, Rusia y Canadá) ya han manifestado su voluntad de no obligarse a un segundo período. Y finalmente, el segundo mayor emisor mundial, Estados Unidos, no es parte del mismo. Sólo Australia y Nueva Zelanda, además de los países europeos, aún contemplan entrar en este segundo período, los cuales sumados, no llegan a cubrir el 16% de las emisiones globales actuales. [1]
El trabajo durante 2012
La Decisión de Durban deja además para continuar negociando durante 2012 temas sustantivos para el funcionamiento del segundo período de compromiso, lo cual da a un país productor de petróleo como Qatar una influencia particularmente grande en el futuro del régimen del clima. Quedan aún por negociarse durante 2012 con vistas a su adopción en Qatar, por ejemplo:
- El nivel agregado de reducciones que se espera lograr durante el segundo período de compromisos;
- El largo del período de compromiso, el cual puede ser hasta el 2017 (solicitado por los países más vulnerables) o el 2020 (pedido por la Unión Europea para “enganchar” con el nuevo régimen a ser negociado); y
- Los objetivos particulares de reducción para cada país, que serán listados en una versión revisada del Anexo B (ver decisión).
También se continuará negociando sobre las implicancias del carryover (transferencia al siguiente período) de créditos de carbono (AAUs) no utilizados por países Anexo I y su efecto sobre el objetivo de agregado de reducción de emisiones que aprobarán los países para el segundo período de compromiso. Es claro que en un contexto de baja ambición, la utilización de créditos provenientes del período anterior podría licuar aún más la meta para el segundo período.
Todo ello será objeto de negociación durante 2012 con vistas a su resolución en la próxima Conferencia de las Partes a realizarse en Qatar, en Diciembre de 2012, la cual se espera logre adoptar una enmienda al Anexo B del Protocolo. Esta enmienda luego deberá ser aplicada provisionalmente por los países involucrados hasta lograr el número necesario de ratificaciones para su entrada en vigor.
[1] Climate Analysis Indicators Tool (CAIT) Version 9.0. (Washington, DC: World Resources Institute, 2012).
Es una gran iniciativa el proyecto Yasuni ITT es deber y ezfuerzo de todos ponerlo en marcha .hay que educar a la gente para luego incentivarla a participar en la proteccion de nuestra gran nave llamada planeta tierra Estamos elaborando un proyecto cultural el cual educara a la gente sobre el tema,,ya que para muchos aun es desconocido..