Río+20 ¿El futuro que queremos?
Por Virginia Scardamaglia, 23 de Junio de 2012 © Ambiente y Comercio
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Río+20) llegó a su fin y tuvo como resultado la declaración “El futuro que queremos”, aprobada por 193 países, pero ampliamente criticada por ambientalistas, científicos y por la sociedad civil, que no la encontraron lo suficientemente concreta y/o ambiciosa.
Entre los logros concretos que menciona la declaración, se encuentra la creación de un foro político de alto nivel para el desarrollo sostenible en el ámbito de las Naciones Unidas, que en el futuro reemplazaría a la Comisión de Desarrollo Sostenible creada en la Cumbre de la Tierra de Río 1992. Dicho foro vigilará la aplicación de los planes de desarrollo sostenible y debería evitar la superposición de tareas entre las estructuras, los órganos y las entidades de una manera eficaz en función de los costos.
Por otro lado, la declaración propone la formulación de Objetivos del Desarrollo Sostenible, que comprometerán a todos los países con metas ambientales y sociales y que en 2015 reemplazarían a los Objetivos del Milenio.
Una de las debilidades del acuerdo, sin embargo, es que carece de compromisos de los países para financiar esos Objetivos, tal como pedía el G77, integrado por países en desarrollo. En cambio, los países industrializados vetaron la propuesta alegando que su atención estaba puesta en la crisis económica internacional, y se anunció la creación de una comisión de 30 miembros que buscará definir mecanismos de financiamiento y de transferencia tecnológica para implementar la transición hacia la “economía verde”. Dicha comisión será nominada en la próxima Asamblea General de la ONU y tiene plazo hasta 2014 para presentar sus conclusiones.
Por el lado de la Economía Verde, se acordó que la misma “es uno de los instrumentos más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y que podría ofrecer alternativas en cuanto a formulación de políticas, pero no debería consistir en un conjunto de normas rígidas”. El término no tuvo sin embargo una aceptación generalizada, ya que el presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró que el concepto de economía verde significa una mercantilización de la naturaleza (1). Más allá de dicha discordancia, la declaración indica que las políticas relacionadas al crecimiento verde deberán evitar la imposición de condiciones injustificadas a la asistencia oficial para el desarrollo y la financiación, y que no deben constituir un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción encubierta del comercio internacional. A través de dichas políticas, se espera promover actividades productivas en los países en desarrollo que contribuyan a la erradicación de la pobreza y promover modalidades sostenibles de consumo y producción, entre otros.
Los países participantes de Río+20 también llamaron a adoptar medidas urgentes y ambiciosas contra el cambio climático, como la necesidad de mejorar la eficiencia energética, aumentar la proporción de energía renovable y usar tecnologías menos contaminantes y de alto rendimiento energético para hacer frente al cambio climático.
La sociedad civil, por su parte, criticó duramente el acuerdo (2), pero el sector privado y las universidades firmaron una gran variedad de convenios que fueron utilizados por las autoridades como fundamento de que la reunión tuvo éxito. En los números, se firmaron 50 acuerdos entre gobiernos, 72 convenios entre la ONU y diversas ONGs, 226 entre empresas y 243 entre universidades y escuelas. En tanto, el Banco de Desarrollo Asiático y los bancos multilaterales cerraron tratos por 175 millones de dólares para transporte, y se acordó la inversión de 50 millones de dólares en la iniciativa que encabeza el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon de “Energía Sustentable para Todos”.
Resta esperar entonces próximas definiciones, como la definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los mecanismos de financiamiento y transferencia tecnológica apropiados, una de las grandes deudas que dejó la Conferencia.
(2) http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101031