CEPAL y FLACSO Argentina debatieron sobre estándares de sostenibilidad ambiental y competitividad internacional
18 de diciembre de 2017, © Ambiente y Comercio
El pasado 14 de diciembre se llevó a cabo en la sede de FLACSO Argentina el seminario “Estándares de sostenibilidad y competitividad en el comercio internacional de América Latina”, organizado por la Maestría en Derecho y Economía del Cambio Climático y la División de Comercio Internacional e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En el mismo se discutió sobre la relación entre el comercio internacional y el cambio climático, desde la perspectiva de los estándares de sostenibilidad ambiental y la competitividad internacional de productos de exportación latinoamericanos, haciendo hincapié en que distintos sectores exportadores en la región han tomado la iniciativa de medir su huella ambiental y desarrollar estándares propios que son reconocidos internacionalmente.
El evento contó con la presencia de Valentina Delich, Secretaria Académica de FLACSO Argentina, quien celebró la realización de un seminario conjunto con CEPAL, con quien la institución tiene una historia común. Delich remarcó que se comparten intereses intelectuales, ya que ambas instituciones tienen naturalmente el foco puesto en la región, las políticas públicas y el desarrollo. A continuación, Alicia Frohmann, consultora de CEPAL, dio la bienvenida por parte de esa institución, indicando que siempre ha sido un desafío intelectual trabajar con FLACSO.
Adrián Nador, profesor de la Maestría en Derecho y Economía del Cambio Climático de FLACSO y miembro de la Cancillería Argentina, fue el encargado de moderar el panel. Antes del comienzo de las exposiciones, Nador hizo hincapié en la dualidad que se genera entre el sector público y el sector privado. Mientras la posición del sector público en las discusiones internacionales, en particular desde los países del Sur, es defensiva respecto de la introducción de estándares, por el temor de que puedan ser utilizados para restringir el acceso a mercados, por otro lado hay una posición privada que mira las oportunidades, como la de agregarle valor a los productos para que sean más atractivos para los consumidores potenciales del resto del mundo, y así no quedarse afuera de los mercados.
A continuación, Alicia Frohmann realizó la primera exposición, titulada “Estándares de sostenibilidad y competitividad de las exportaciones de alimentos de América Latina”, cuyas conclusiones fueron, entre otras, las siguientes:
- Medir (y reducir) la huella ambiental es bueno no sólo para el medio ambiente sino también para el negocio exportador, ya que menores emisiones permiten mayor viabilidad de actividades agrícolas o agropecuarias y fomenta la innovación en las empresas, entre otros.
- La necesidad de incorporar criterios de sostenibilidad en la producción y exportación va a aumentar.
- Los productores pueden ser proactivos, participar e incidir en la definición de estándares.
- Es necesario reforzar capacidades técnicas para el levantamiento y procesamiento de datos.
- La única alternativa es un trabajo conjunto entre el sector público y el sector privado. En este sentido, el sector público puede apoyar movilizando recursos, articulando mesas público-privadas, diseñando políticas públicas que entreguen las señales correctas y liderando el desarrollo de factores de emisión nacionales y calculadoras de carbono para sectores clave, entre otros.
Luego hicieron uso de la palabra Sabine Papendick y Natalia Redolfi, de Estrateco Consultores, quienes disertaron sobre “Demanda internacional y sustentabilidad: los casos de la carne bovina y frutas cítricas frescas en Argentina”. En su presentación, indicaron que la cadena de valor de los Alimentos y Bebidas puede aumentar la producción y reducir las emisiones que genera, y mencionaron una serie de iniciativas llevadas adelante para cumplir con demandas ambientales en el mercado internacional. Algunas de ellas se encuadran bajo el esquema de Programas de Proveedores Sustentables, como el Programa Cero Deforestación de McDonalds, o bajo esquemas de Estándares Privados y Estándares Públicos. En el caso de Argentina, describieron dos ejemplos de buenas prácticas: el de la cadena de la carne vacuna, que ha trabajado en una Guía de Buenas Prácticas Ambientales, y el de la fruta cítrica fresca, que ha desarrollado una Guía Metodológica Sectorial, ambas como iniciativas público-privadas.
Por último, Ximena Olmos de la CEPAL hizo una exposición titulada “Levantamiento de datos para la huella ambiental: el caso del café”, en la cual detalló la iniciativa de la Red Latinoamericana y del Caribe de la Huella Ambiental del Café, creada en 2014 y que es una iniciativa única de participación de productores de países en desarrollo en la definición de una norma europea. Una de las conclusiones a la que se llegó es que la huella ambiental del café verde, con datos locales, permite una aproximación más precisa a los impactos reales de la producción. En este sentido, contar con datos locales permite también conocer la real incidencia en el resto de la cadena y llegar a conclusiones que pueden ser muy distintas a las que se llegan con datos internacionales. La jornada finalizó con preguntas a los expositores y debate.